Frivolité
- Vale Sosa
- 27 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Nunca repare en los efectos de la frivolidad hasta ese día. Hasta pude darme cuenta de la suerte que tuve de salir y desarmar, de destruir y volver a armar, para apreciar lo valioso.
Me llevo un largo tiempo y han quedado cicatrices, aunque no les miento cuando digo que encuentro cierta satisfacción en coquetear con eso. Todos pasamos por ahí en algún punto. ¿Cómo darse cuenta?, siempre se esconde detrás de una piel de porcelana, de una sonrisa olor a Tic-Tac, o de unos pasos de baile años ´60... me pregunto como lucirá realmente, aunque creo saber la respuesta. Ese día nos encontramos para hablar y fumar unas flores, quien sabe que pasaría… Mi mente brillaba... Imagine varios escenarios, sabanas desordenadas, un poco de luz entrando por la ventana, un espejo en el que mas tarde nos miraríamos conscientes de estar perdidos... Pero te desorienté, hablando de irme lejos... Te reíste, admitiéndolo imposible. Mi mente comenzó a buscar palabras para no perderte, para llegar a ese lugar, donde irrevocablemente nos convertiríamos en... … ¿O será algo así, como falta de personalidad? (en mi afán de encontrar las palabras para no perderte, te perdí)… Porque jamás me falto ser demasiado accesible (seguiste)… No quiero llegar tarde a la flor de su vida, tampoco quiero hablar y que se de cuenta, de que quiero ser su presa... (mi corazón estallo en el asfalto), que me dejaría desolado si desaparece de repente, que daría mi vida por su ingenio, sus ojos, sus labios, como respira y exhala su aire, ¿suena desesperado?, quiero sentirme siempre así de estúpido (frivolité), me pregunto si me seguirá deseando a través de mis constantes cambios... Quiero caerle bien a sus padres, y que todos me amen (frivolité), que me mire como nunca miro a nadie, llevarla a lugares donde nunca estuvo y sacarnos fotos inusuales, que me admire, como nunca admiro a nadie... ¿Sera eso posible?! cuando deje de mirarla cándidamente y la mire, acercándome a su oído y susurrando -no se que hacerte-... (sentía la boca seca, dolía seguirte), ¿son sus ojos imposibles?, preguntaste, esperando que te diga, que jamás te falto ser demasiado accesible, demasiado sensible, demasiado... y yo, yo no soy nada...
Pero aun así te conteste. Acostumbrada a tus lecturas erróneas, a que lo que amas te deja siempre sin poderte levantar, a decir ¡BASTA! sin creértela, sin saber, que tenes tanta suerte de SOLO SER... Este ser que respira, con sus formas un tanto graciosas y desordenadas, casi como de otro mundo, que recuerda por siglos en su historia de piel y células y latir, y aun … Aun con la improbabilidad del éxito, de la lejanía de los días de rosas y vino... Aun así, esperas algo extraordinario, sin saber que se encuentra en lo cotidiano (a tu lado... ) me desquicia que lo pases por alto ¡QUISIERA GRITARTE!, pero sería genial que te dieras cuenta, antes. Antes de que nos encontremos bailando, en alguna canción de los años ´60 y que nos digan que hemos MUERTO.
Pero finalmente conteste: Hace lo que quieras. NADA te es imposible, mientras nunca olvides quienes somos (sabiendo que a pesar de estar a tu lado todos estos años, aun no reconocerías mi alma …) Recorda que somos eso que soñamos, lo mas preciado y cercano al paraíso. Nunca nos dejes en evidencia de detractores, a la cara de la frivolidad, que nos devora y disfruta ver, como reptil, nuestra piel de oro CAER.
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