Les invisibles
- Vale Sosa
- 26 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Hace unos días, hurgando entre cajas amontonadas en lo de mis viejos, encontré parte de una historia que quiero contar. Aquí comienzo a escribir entonces, mi primer blog que habla de una piba de barrio y sus amigos, sus raíces, sus pasiones, sus limitaciones y sus dudas existenciales, y quizás algún día le sirva a algún pibx... Todo con detalles crudos, vividos y sin grises.
Es raro lo que les voy a decir, pero nunca me sentí realmente viva- Y siempre me pregunte si alguien se siente realmente vivo todo el tiempo, como los que van a su trabajo, los que hablan por la radio, los que estudian idiomas raros, los que van a comprar al almacén. Supongo que es mas fácil no preguntárselo y ya.
Crecí en una familia grande, con 5 hermanxs, entre medio de muchas necesidades, y desde entonces creí que era mejor no pedir nada, para no enojar a los viejos, que ya demasiado tenían con la obligación de sostener una familia pobre, dentro de un estado completamente ausente), y me volví invisible... Empece a vivir dentro de mi cabeza. Me imaginaba escenarios irreales, donde no existía el dolor por una enfermedad respiratoria crónica, donde podía abrir la alacena y encontrar mis galletitas favoritas, donde mamá no se encerraba en la habitación sin salir por días...
y allí en ese escenario idílico, siempre acompañada de un cielo profundo y celeste que soñaba, y que copiaba y pegaba en cada encuentro fatídico familiar, comencé a formar a esta persona que soy ahora. Y de la que voy a contar su historia, sin grises.
Si bien estas pocas lineas relatadas suenan un poco tristes, no todo era así. Vivía en ese momento de invisibilidad con 2 hermanas adolescentes, y dos hermanes mas pequeños, para que se imaginen un contexto, en la década de los ´80. Y creo que observarlas en sus rituales de superficialidad extrema, me condujo a revocar muchas cosas en mi vida adulta, por ejemplo las uñas terriblemente largas y Bon Jovi.
En esa época yo era una cunt pre-adolescente, piba pibe forever and ever, y por entonces mi hermana mayor me usaba de human shield. LITERAL. La calle en esa época estaba llena de machirulos, creyendo tener derecho de opinar y abusar del cuerpo de la mujer. Así que me saque las ganas de propiciar unos buenos golpes a aquellos imberbes buenos para nada, para que luego, ella termine con uno... Pero no me quiero adelantar.
Para cerrar la primera entrega de esta historia, no puedo dejar de nombrar a los héroes de mi infancia Gabi y Gera. Mis hermanes menores. Sobrevivimos hermanes! Y con ellos pasamos por momentos de nosocomio familiar grosos, así que para siempre están en mi. Este es el comienzo, y espero que los que lean, no solo sientan empatía sino también, ganas de reconstruirse y nunca olvidar sus raíces.
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